jueves, 5 de julio de 2012

Sobre el anuncio de la detección de algo muy parecido al bosón de Higgs

Un ejemplo de simulación de datos modelado para el detector de partículas CMS del Gran Colisionador de Hadrones (LHC) en el CERN. Imagen cortesía del CERN

Queda mucha tela por cortar, pero a modo de reflexión y muy resumidamente, básicamente la teoría es que el bosón de Higgs proporcionaría el mecanismo por el que la energía se estructura y llega a adquirir masa para constituir la materia como tal, con sus propiedades fundamentales como la inercia, etc.

¿Las implicaciones? Según la ecuación de equivalencia E = m·c^2, la materia y la energía son formas diferentes de una misma realidad en lo cuantitativo. Mi reflexión es que esta equivalencia cuantitativa dista de darnos la verdadera realidad. Un libro tampoco es la mera suma cuantitativa del papel y de la tinta, aunque cuantitativamente puede contemplarse desde este aspecto. Pero esto estaría muy lejos de darnos la verdadera realidad de lo que un libro es.

La estructura de la materia, en especial a nivel atómico, nos muestra una complejidad enorme de equilibrios de fuerzas, y la estructura de los átomos da a cada especie material sus cualidades físicas y químicas. Así, los átomos son estructuras diseñadas para edificar toda la gran arquitectura del universo y de la vida en todos sus detalles. Pero del mismo modo que el papel y la tinta no pueden ser la explicación del libro, aunque son partes componentes del mismo, así la mera energía no explica la estructura de la materia, que es la manifestación de un cúmulo estructurado de interacciones de la energía (una aplicación dirigida de Poder).

Toda la complejísima realidad material es una manifestación de la coherencia del propósito divino que aplica Su poder en creación y en sustentación del Universo. ¿El origen? El Verbo creador. ¿La sustentación? La Palabra de Su Poder. Y esta Palabra ha programado no solo los códigos de la vida, el «software», sino también las interacciones estructuradas de energía en las partículas más fundamentales para constituir los átomos mismos que nosotros clasificamos en toda la gran Tabla Periódica de los Elementos (el «hardware» básico que, estructurado a distintos niveles de organización y afinación, constituye el universo en sus diferentes realizaciones, la biosfera como hábitat para la vida, y los vehículos para las distintas manifestaciones de la vida en todos sus niveles creados). «Porque en Él vivimos, y nos movemos, y somos» (Hechos 17:28).

Santiago Escuain